LOS NINJAS O SHINOBIS
En la historia de japón,
los ninjas (忍者ninja) o shinobi (忍び) eran un
grupo militar de mercenarios entrenados
especialmente en formas no ortodoxas de hacer la guerra,
en las que se incluía el asesinato, espionaje, sabotaje, reconocimiento y guerras de guerrillas,
con el afán de desestabilizar al ejército enemigo, obtener información vital de
la posición de sus tropas o lograr una ventaja importante que pudiera ser
decisiva en el campo de batalla.
Para sus
propósitos utilizaban una amplia gama de armas y artefactos como espadas, shuriken o
cadenas, además de ser expertos en la preparación de venenos, pócimas y bombas.
Del mismo modo, eran entrenados en el uso del «arte del disfraz», que
utilizaban a menudo para pasar desapercibidos dependiendo de la situación
imperante en el lugar en el que se tuvieran que introducir, a
diferencia de la típica vestimenta con la que hoy día se les identifica.
Pocas
organizaciones militares han sido tan difundidas y al mismo tiempo tan
incomprendidas como los ninjas de japón y
gran parte de la historia de este grupo se basa en mitos o exageraciones, lo
que ha dificultado su estudio y comprensión. De
esta forma, a lo largo de la historia, muchas muertes ocurridas en algún
momento oportuno fueron atribuidas a este grupo militar, pero debido al
hermetismo de sus misiones es imposible saber exactamente el número de muertes
que causaron.
Los ninjas
fueron tanto temidos como utilizados por los líderes militares debido a que su
naturaleza era totalmente contraria a los ideales del samurái. En
el caso de los samurái, el daimyo no
podría exponerlos a trabajos como el espionaje o asesinatos encubiertos, debido
a que si eran descubiertos su reputación quedaría destrozada. Por ese motivo preferían
contratar a ninjas, que generalmente procedían de clases sociales bajas, para
que realizaran ese tipo de trabajos.
Los orígenes de
los shinobi, otra palabra utilizada para referirse a este grupo
militar, son
inciertos, aunque su antecedente más preciso se encuentra en el siglo VI de
nuestra era y no es hasta el siglo XV cuando se pueden identificar plenamente sus
actividades y características. Al
igual que los samurái, tuvieron su momento cumbre durante el período sengoku de la historia de japón,
una etapa de gran inestabilidad y conflictos bélicos por la lucha del poder
interna del país, que terminaría al establecerse el shogunato tokugawa,
época donde tendrían sus últimas apariciones.
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